martes, 14 de agosto de 2012

Capitulo 7

¡Aquí tenéis el capitulo 7! Este Natalia lo ha hecho un poco más largo por la semana y por esas 1044 visitas!!! :O Enserio sois geniales, no nos esperábamos que en tan poco tiempo consiguiéramos tanto... MUCHAS GRACIAS. Espero que os guste y disfrutad :)


Mi primer impulso es lanzarme a la huida, aunque inmediatamente lo desecho pues el espacio que nos separa del borde del bosque es amplio al igual que la magnitud del aerodeslizador encargado de apresarnos. Este intento simplemente empeoraría nuestras condiciones y el trato que recibiremos abordo.
Es por eso por lo que permanezco paralizada, buscando con desesperación la mirada de Peeta bajo la potente luz blanca que nos enfoca, descarada. Me sorprende no hallar miedo en sus ojos, sino que por lo contrario, sus claras pupilas reflejan resignación e incluso agotamiento….

Entonces lo comprendo, no tenemos posibilidad alguna, de hecho no creo que nunca la tuviéramos, simplemente actuamos como marionetas cuyos hilos se enredaban en diferentes dedos… Siempre hemos trabajado para el cumplimiento de un objetivo, por un cometido que no nació de nuestras mentes sino que nos mandaron desempeñar, una rebelión que nunca respalde pero que tuve que afrontar por Peeta, por protegerlo…. Siempre he funcionado bajo chantaje… Prim… Peeta….
En estos momentos somos débiles y estamos indefensos….pero lo más inquietante es que ahora volvemos a tener un motivo por el que luchar, una causa que el Capitolio conoce y no me queda duda empleara para manejarnos como armas en sus manos. Una causa por la que ambos cederíamos nuestros principios y abandonaríamos nuestra moral, por la que estaríamos dispuestos a matar bajo el nombre del gobierno….
Nuestros hijos….

Un horrible presentimiento acecha mi mente, en ese caso, ¿Por qué organizar unos juegos?.... ¿para qué lanzarnos a la lucha si por lo contrario podrían utilizarnos a su antojo? A no ser que.... quizás no fuésemos nosotros quienes saltásemos a la arena….

La escalera plegable se desenrolla en el encapotado cielo conforme desciende, cortando el aire con un silbido. Gale y yo retrocedemos en un acto involuntario justo cuando las cuerdas golpean la piedra del suelo. Vuelvo mi rostro hacia Peeta quien ha arrojado el saco a la hierba y se dispone a aferrar la escalerilla. Creo que él lo entendió mucho antes, que comprendió el motivo de porque no nos asesinaron silenciosamente una vez el Capitolio tomo la sede… ,  y que por lo contrario, esperaron. Esperaron pacientes a que tuviésemos un motivo por el que luchar… y ahora que lo tenemos somos esclavos del gobierno para siempre….
Me siento estúpida, como una niña pequeña al borde de una rabieta. Intento reprimir las lágrimas de rabia que amenazan con desbordar mis ojos. De nuevo el Capitolio me asombra con su infinita inteligencia y frialdad sobrehumana.
Agarro a Gale por la cintura y le ayudo a encaramarse a la escalerilla, seguidamente agarro el extremo del último peldaño de cuerda y una suave corriente eléctrica paraliza mi cuerpo, ahora estoy a merced de los soldados.

Lentamente la escalera asciende y la Tierra Muerta queda lejos de nuestro alcance. Las zarpas metálicas que sellan la entrada inferior se despliega y la oscura boca del aerodeslizador nos engulle.
En el interior del avión se desarrolla una ajetreada escena. La electricidad que inmovilizaba nuestros miembros ha sido cortada e inmediatamente después una patrulla de agentes de la paz nos conducen violentamente hacia lo que parece un apartado reservado exclusivamente para nuestro transporte. El interior de la amplia sala esta acolchado y la pared central ocupada por una extensa pantalla apagada. Adosados a la pared lateral se encuentran unos mullidos asientos que invitan al descanso y en el otro extremo una mesa de caoba desnuda.
Prim corre desolada hacia los ventanales que se recortan sobre la pared, apretando su mano contra los cristales.
-¿Qué está pasando? ¿A dónde nos llevan?- la pequeña gira el rostro y sus profundos ojos azules me atraviesan como una flecha…Demasiadas preguntas que esperan sedientas una respuestas, y demasiada confusión y dolor por mi parte para satisfacerlas.
-Vamos a Capitolio- la voz de Peeta surge de nuevo para salvarme. Peeta, el por siempre mago de las palabras- es una ciudad muy bonita ya verás- sonríe alentador.
-¿pero volveremos a casa no?- Gale está conteniendo forzosamente una llantina y sus palabras titubean en sus temblorosos labios
-Por supuesto que  sí- afirma Peeta- esto será solo una visita.
Los pequeños asiente esperanzados y el silencio se apodera con lentitud de la estancia.
El estrepitoso sonido de la puerta de metal quiebra la quietud de la sala y seguidamente un escuálido muchacho de piel cetrina y ojos absortos irrumpe en el aposento empujando un carrito. Sobre la pulida superficie de latón, lucen, suculentos, un sinfín de deliciosos manjares cuidadosamente preparados sobre una vajilla de porcelana. Observo con recelo como el criado coloca los platos de terracota y las copas de cristal  sobre el mantel que ha extendido en la mesa. Una vez finaliza su cometido aprieta el mango del carrito entre sus delgados dedos y se dispone a abandonar la sala.
-Gracias
Gale, inocente e infantil, sonríe al joven quien, inevitablemente curva sus labios en una enfermiza sonrisa y sus ojos pagados proyectan un atisbo de tristeza. Después de un leve asentimiento desaparece tras la gruesa puerta del compartimento empujando el carrito vacio. El criado era un avox…
Los pequeños se apresuran en tomar asiento, uno frente a otro, y atrapan, entre sus temblorosos dedos las cucharas de plata. Inclinados sobre sus respectivos pucheros engullen el estofado ferozmente.
Con lentitud  ocupo uno de los lujosos asientos que abrazan la mesa y me abandono a una silenciosa cena, apenas interrumpida por los efímeros comentarios de Peeta que se tornan lejanos en mi cabeza, completamente bloqueada. Poco a poco la cubertería comienza a arañar el fondo de los platos y las bandejas quedan desnudas bajo la pálida luz de las velas, que se consumen en un charco de cera. Abandonamos las sillas con pesar dando así  por finalizada la inquietante velada.
Conduzco a Gale y Prim hacia uno de los sofás, enfundado en terciopelo oscuro y de un aspecto confortable, y les indico con una mueca que tomen asiento. Seguidamente aferro las cremalleras de sus chaquetas y las corro hasta el extremo del cuello con el propósito de abrigarlos frente a la fría noche que se avecina más allá de los cristales. Tras un insípido beso en sus frentes abandono cualquier intento tranquilizador y me retiro, silenciosamente hacia un rincón de la sala, para derrumbarme sobre los mullidos cojines de un amplio sillón. Escondo,  avergonzada el rostro entre las rodillas, y me ovillo en un extremo del asiento. Avergonzada por abandonar a mis hijos de este modo, por desentenderme durante esos momentos en los que debí hacer presente mi maternidad para calmarles, para besarles y decirles que todo irá bien….por haberme marchado y cargar de responsabilidad a Peeta, otra vez….

Unos cálidos brazos me envuelven, consoladores, estrechando mis hombros entre sus manos…
-Eres mi ángel-murmuro, ahogando mi voz en un trémulo sollozo, que tímidamente escapa de mis labios. Y es verdad, lo es… De hecho, siempre lo ha sido…
-  Y tu mi vida. Creo que estamos en paz- susurra con dulzura en mi oído, mientras besa cuidadosamente mi oscura cabellera, que se derrama destrenzada sobre los hombros. Me refugio en sus brazos ocultando mi rostro en su pecho  y aferrando, temblorosamente, la chaqueta de lana que cubre su piel. Me abandono a un silencioso llanto y a la amargura que el alma encona incesante.
- No es culpa tuya- sus palabras tintinean, martirizando mi mente, pues por desgracia, sé con certeza que toda la responsabilidad de aquello a lo que estaremos sometidos en un futuro recae directamente sobre mis hombros.

Me acurruco a su lado y permito que sus suaves manos acaricien con ternura mi rostro, apoyado sobre su pecho….
Lentamente la realidad se difumina y  toda silueta pierde su nitidez en mis lánguidas pupilas. La última imagen que retienen mis ojos, cansados, antes de marcharse al recóndito mundo de los sueños es la de dos niños acurrucados en un frío sillón con los dedos entrelazados sobre sus abultados chaquetones y una brillante lágrima de miedo deslizándose con timidez por sus mejillas…
-No te preocupes, todo irá bien…
Y mecida por la suavidad de su voz me alejo hacia el oscuro limbo de mis pensamientos…

9 comentarios:

  1. Me encanta!!! y es lo k os merecéis el blog es genial!! SEGUID ASII!!!

    OjosdeVilliers (Judit)

    :D

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    1. judith!! :)) muchas gracias :D que sepas que me voy a leer los libros nada más que tu blog :D jajaja tu también sigue así que lo vamos a hacer famoso :)

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  2. Puff, está genial enserio. Quiero el proximoo!

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    1. jaja muchas gracias Tania :) mañana estará el siguiente y tu también sigue así con tu blog que vas genial :) besos

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  3. Bua *-* Me gusta mucho pero siempre acabo emocionándome, pobrecillos :( jaaja sigue prontito! Un beso ^^

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  4. Ya he terminado de leerlo todos!! Y me encanta!!
    Pobres... el capitolio no les deja nunca en paz... jo tengo ganas de llorar snif snif
    Necesito leer el siguiente yaa! Un besoo!

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  5. muchisimas gracias a todos por vuestros comentarios me hace mucha ilusion que os este gustando y me anima a seguir escribiendo. Un besazo a todos y os agradezco la participación. Natalia :)

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    1. Natalia gracias a ti ;) Escribes de maravilla ^^ Un beso

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