sábado, 18 de agosto de 2012

Holaa tributos¡ aqui os dejo el capitulo 9, que aunque dije que no lo publicaría hasta la semana que viene me he dado algo de prisa escribiendo, espero que os guste

                             
                      Capítulo 9


            (Flashback)   
     -¿ no podrás perdonarme verdad?
-          No.
                                  …………


Ese desagradable sabor amargo me inunda el paladar, y durante unos instantes el aire se vuelve espeso, irrespirable a mi alrededor.
Tras el shock de la sorpresa llega la decepción, e instantes después el rechazo y la repugnancia.
Todas esas emociones cruzan mi mente en los escaso segundos en los que el nuevo vigilante de los juegos posa bajo la potente luz de los focos.
El compañero, el amigo, el amante, el desahogo, el cazador , el rebelde… el vigilante…. Gale…
¿Qué ha ocurrido? ¿ qué ha pasado durante estos 20 años?...
Quién sabe…, ahora solo sé que tras años en el anonimato vuelve para encarnar al que será el verdugo de mi familia y que debo enterrar cualquier sentimiento de añoranza y afecto hacia su persona… Ahora solo puede anidar en mi corazón el odio.
Gale sonríe, diplomático, a las cámaras, que lo rodean como gigantes de hierro. Tras el caluroso aplauso de sus compañeros, el vigilante ocupa el trono reservado en el centro del mostrador. Sus aire de superioridad y la arrogancia que irradia a cada movimiento me provocan nauseas. No será difícil odiarlo. El Gale que cazaba conmigo en los bosques murió hace tiempo…
El vigilante se inclina sobre el pequeño micrófono que le han ofrecido y tras pulsar un botón su potente voz se proyecta y amplifica en los altavoces.
-¡Buenos días queridos tributos y bienvenidos al Capitolio¡ Espero que el viaje haya sido de vuestro agrado.- siento mi piel temblar bajo las ropas.- me he tomado el privilegio de ser yo quien os explique el transcurso de los siguientes días aquí en la ciudad capital. Supongo que todos seréis conscientes ya de la futura celebración de unos maravillosos septuagésimos juegos del hambre, en los que por fortuna, seré yo el vigilante y también supongo que adivinareis el rostro de sus tributos. Aún así es  un gran orgullo para mí, y supongo que para todos aquellos vencedores de otro años comunicarles- el crepitar del micrófono se apodera de la sala. Reprimo las nauseas-  ¡que serán sus hijos quienes tengan la inmensa suerte de defender su honor sobre la arena de estos Juegos¡
Gritos, puños al aire, manos desesperadas y una patrulla de agentes intentando contener a una inmensa masa de gente, que unida por la angustia, intente abordar el escenario. Tal como preveía.
Sin embargo yo permanezco inmóvil en un extremo de la sala,  apretando sus pequeñas manos entre mis dedos. Hagan lo que hagan no cambiarán nada pues el Capitolio ya ha decidido. Siento que el último aliento de vida se escapa de mis labios.
Los guardias no tardan demasiado en sofocar  a los vencedores tras encañonar sus frentes con las armas. Seguidamente y para evitar otra posible unión entre los desesperados vencedores cada agente se adjudica una familia y la conduce fuera de la estancia, hacia sus respectivas habitaciones. Ahora son las lágrimas y la impotencia quienes se manifiestan libremente en los rostros de aquellos que deberán entregar a sus hijos a la arena.
Un hombre rechoncho, ceñido a un ajustado mono blanco, se aproxima hacia nosotros con petulancia, mientras nos estudia tras el cristal de su casco.
-Acompáñenme.
Acatamos la orden en silencio y tras atravesar angostos corredores alcanzamos lo que parece ser nuestro futuro aposento.
-Entren-insta mientras su gruesa mano enfundada gira el picaporte.
El interior del dormitorio es muy amplio. La parte central está ocupada por una cama oculta tras el tupido velo de un dosel. A ambos lados de esta yacen, dos camastros de gruesos colchones. En un extremo de la sala una puerta entreabierta deja adivinar un pequeño baño de azulejos blancos.
-          Qué bonito.
Por momentos olvide que estaba acompañada. Durante unos instantes me perdí en el pasado al amparo de la soledad.
-          Si lo es Prim- sonrie Peeta mientras acaricia su rostro.
-¡Yo quiero la cama grande¡
Gale se abalanza sin piedad, apartando las cortinas, sobre el mullido colchón.
-¡Y yo¡

Estudio bien la escena, quizás la última, memorizo cada palabra, grabo cada instante y me preocupo de ocultarlos en un rincón de la mente que nadie pueda profanar, que sea solo mío. Lejos del veneno del Capitolio.

-          Señora Everdeen – no puedo evitar un sobresalto- le importaría acompañarme.
Un nuevo agente de la paz se perfila en el marco de la puerta.
-          ¿Qué pasa ahora?- Peeta, desafiante, se interpone entre ambos- ¿A dónde te la llevas?
Me apresuro en aferrar su hombro, en un intento tranquilizador y lentamente lo aparto de la puerta.
-Enseguida vuelvo.
Ni yo me lo creo… pero no importa, ¿qué decir si no?....
El agente me invita a abandonar la habitación con un amplio gesto.  Conforme avanzamos por el pasillo dos voces inocentes gritan su pequeña despedida.
-¡Adiós  mami¡
El eco resuena en el pasillo, entonando una melodía que lentamente expira en mis odios.
Adiós  pequeños….
 El agente extiende el brazo bloqueando el paso y obligándome a retroceder. Nos encontramos erguidos frente a unos amplios portones de madera esculpida. A ambos lados de la puerta, dos ángeles de piedra otean el corredor y guardan la entrada. Sus ojos de cristal, escrutan la oscuridad del pasillo y sus labios inertes se tornan en una macabra sonrisa. Hemos alcanzado la parte más lujosa del edificio.
-Ya hemos llegado- confirma el guardia mientras empuja con suavidad la puerta- Entre.
Y entro sin meditar ni un instante, sin detenerme a pesar mis posibilidades.
El interior de la estancia está decorado con un gusto exquisito, muebles de caoba,  libros encuadernados en piel, alfombras exóticas…
En el centro del despacho, erguido en un sillón se perfila a contraluz su robusta figura.
Despiadado, cruel, sobrehumano… de cuantas maneras podría describirlo, pero en estos instantes solo brota una palabra de mis labios, solo un sentimiento…
-          Me das asco- no pienso ni especulo, ahora estoy frente a él con el alma desnuda y herida reflejada en los ojos. Ahora estoy indefensa, mostrando finalmente la humanidad que creí haber perdido.

Una cruel sonrisa se dibuja en sus labios.
-Te estaba esperando.

9 comentarios:

  1. Bien dicho Katnnis!!! A mi también me da ascooo!!!! Solo espero, que en el fondo,siga siendo el Gale de siempre...
    Me encanta el capítulo!! Cada vez me gusta más! Se te ocurren muy buenas ideas!!
    Graciaas por darte prisa en escribirloo!
    Un besoo

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  2. No me gusta enterarme por el blog de que has escrito nuevo capitulo ¬¬ eso no se HACE jajaja dejando atrás el rencor que ahora mismo siento hacia tu persona decirte que....
    (Ruidos de tambores)
    me encanta!! ^^ jajaja te gusta hacernos sufrir no? ya has conseguido que todos odiemos a Gale, ya no volvere a pensar igual de él jajaja
    Sigue escribiendo chata que ya sabes que me encantas ;D <3

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  3. El esperado encuentro entre Katniss y Gale... Me vas a tener con la intriga hasta que publiques el siguiente. ¿Tendrá algo importante que decirle a Katniss o solo se va a regodear de su "éxito"? Estoy de acuerdo con cereza, da asco pero seguiremos esperando que conserve parte de su humanidad al menos.
    Un beso Natalia ^^

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    1. ahora es el momento de que yo chuleo un poco... Yo ya lo he leído muajajaja :) merece la pena esperar :D

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  4. un beso a ti tambien y muchas gracias por tus comentarios hoy mismo lo adivinarás :)

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  5. He leido todos tus capitulos y son increibles, enserio :O. Sigue así y llegaras lejos ;)

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  6. muchas gracias¡¡ ya me pasare a visitar tu blog :)

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