La clara luz de la mañana se
filtra por las cortinas de seda, bañando mi piel erizada mientras unas frágiles
manos me zarandean con suavidad.
-Mamá, mamá despierta- Gale se
acurruca a mi lado dulcemente, rebulléndose en el colchón.
En el otro extremo de la cama una
acompasada y ronca respiración delata la presencia de Peeta que yace maltrecho
y ovillado.
Tomo una profunda bocanada de
aire antes de tensar los músculos dispuesta a incorporarme de la cama.
-Ya preparo el desayuno Gale- me
adelanto apretando los parpados, reacios a la claridad de la mañana.
-No hace falta mamá, los señores
ya lo han puesto-responde inocente el pequeño mientras rodea mi cintura,
estrechando las caderas entre sus brazos.
-¿Pero qué dices Gale? ¿Qué
señ…?- mis facciones se endurecen involuntariamente, petrificando una mueca de
horror en mi rostro.
Me incorporo bruscamente abriendo
los ojos de manera desorbitada en medio de la confusión reinante. La rutinaria
imagen de mi dormitorio se desvanece en la frialdad de la estancia. El color
crema de las paredes se disipa lentamente sobre las planchas de metal desnudo y la dorado luz que iluminaba nuestro
dormitorio se torna gris sobre el pulido suelo del aerodeslizador.
Apenas tardo un par de segundos
en adoptar consciencia de situación a la que actualmente estamos sometidos y
conforme abandono la belleza de mi ensueño me sumo en la tortuosa realidad.
Peeta está incorporado a mi lado
estudiando mi expresión mientras su semblante, pétreo, se arruga en una extraña
mueca.
-Buenos días pequeñajo- saluda,
con tristeza, conforme sus dedos alborotan los
mechones ceniza de Gale. El pequeño sonríe felizmente a su padre quien
le corresponde de manera forzada.
El sonido metálico de la
cubertería irrumpe la escena y atrae consigo tres rostros inquietos que
escrutan la claridad de la mañana en busca de su procedencia.
Prim esta inclinada sobre
una rebosante bandeja de dulces que se
apilan, suculentos. Sus delgados dedos sostienen una gruesa rebanada de pan untada en mermelada mientras que
costosamente con la otra mano trata de cortar una tosca loncha de beicon.
Su rostro sonrojado, se vuelve
hacia nosotros y sus labios, hinchados por el pan esbozan forzosamente una
media sonrisa.
-Venid-exclama- la comida esta
buenísima-apremia Prim mientras mordisquea el borde de la tostada.
Gale se zafa del abrazo de su
padre y acude velozmente a la llamada de su hermana para engullir un puñado de
galletas amontonadas en un platito.
-¿Tienes hambre?-Peeta se inclina
sobre mi hombro atrapando mis manos entre las suyas.
- Nada- respondo con sequedad
mientras observo embelesada la dulce escena que se desarrolla en torno al
mesón.
-¿Estás bien, Katniss?-es
inevitable advertir la preocupación en su voz.
Me acurruco junto a él,
derrumbada... Ahora es momento de otear un posible futuro en el que se
vislumbra, sin duda alguna, la esclavitud y el dolor… Un brumoso remolino de
preguntas, huérfanas de respuestas, se apilan en mi cabeza…. ¿Qué va a ocurrir a partir de ahora? ¿Qué significan
estos septuagésimo sextos Juegos del Hambre? ¿Cuál es el propósito de su
celebración? Y lo más importante…. ¿Quiénes serán los tributos que salten a la arena?....
No podía continuar evitando esta inquietante duda que acechaba mi mente desde
el conocimiento de su futura celebración. Sería poco inteligente, bajo mi débil
punto de vista,que el Capitolio sellase nuestras valiosas vidas en unos Juegos,
por muy interesantes y desgarradores que estos resultasen, pudiendo, por lo
contrario, emplearnos como armas masivas bajo su control. Simplemente les
bastaría atrapar a dos niños pequeños y asustados, que en estos instantes
viajan en su aerodeslizador y engullen despreocupados todas las bandejas que
cruzan sus miradas inocentes. Sin embargo, un pálido acecho de duda titila con
crueldad en mi interior… Quizás este equivocada, quizás mi única presencia, una
nueva aparición en público pueda originar nuevas revueltas, en fin y al cabo
soy el Sinsajo, soy la representación misma de la fuerza de los rebeldes y ante
muchos ojos, la esperanza del país…si una vez logré derrocar al Capitolio es
lógico su insaciable deseo por verme muerta y su justificable miedo ante
posibles reprimendas lideradas por la chica en llamas…. En ese caso, si todas
mis predicciones fuesen ciertas no debería sorprenderme volver a encontrarme
rodeada por el grueso cilindro de cristal hacia una arena, que, con certeza,
será la más dura y cruel de todos los tiempos… Volver a los Juegos , no puede
ser...Otros juegos no… Los mutos, Cato, la brillante cornucopia, la cegadora
luz del sol, la deshidratación, Rue… Todos los recuerdos de los Juegos, que mi
mente se preocupo de guardar entre sedas en un rincón del pensamiento, desfilan
ahora a borbotones por mi mente en una serie insaciable de imágenes y sonidos …
Vernos muertos…que haría más feliz y fuerte al Capitolio que escupir sobre
nuestras tumbas….
Durante unos instantes mi cuerpo
queda paralizado, y la sangre se congela y arremolina en mis astilladas venas.
El corazón se detiene. Los pulmones cesan su insaciable baile dentro de mi
pecho y el aire expira en mi garganta. Durante unos instantes se me escapa la
vida por cada poro de la piel.
¿Qué haría más feliz y fuerte al
Capitolio? La respuesta ha llegado, arrastrando consigo una estela de
devastación…
Vernos muertos en vida….
Impulsivamente me incorporo,
presa del pánico. Matarnos mientras seguimos vivos, en ese caso, que peor
castigo que la vida… y que mejor regalo que la muerte….
Me abalanzo sobre Prim y Gale,
que ocultos tras el dulce velo de la mentira, disfrutan de un abundante
desayuno. Los zarandeo entre mis brazos, mientras despavoridos y asustados
buscan justificación a mi desvariado comportamiento.
Tartamudeo, carraspeo, intento
hablar… pero la simple idea me enmudece y llena mis ojos de lágrimas…
¡Katniss¡ ¿qué ocurre? ¡¿Qué
pasa?¡-Peeta esta tras de mí.
¿Qué pasa? Como si él no lo
supiese…
Qué ya tienen sus nuevos
tributos- dejo escapar en un débil hilo de voz sin apartar la mirada de sus
rostros… Mis hijos… Un escalofrió estremece cada fibra de mi piel en medio del
tenso silencio que se ha apoderado de la estancia.
La gruesa puerta metálica se abre
estrepitosamente y dos robustos agentes de la paz, enfundados en sus
inmaculados uniformes y ataviados con potentes armas irrumpen en la sala. Sin
mencionar palabra ninguna apuntan con el
extremo del cañón a la entrada, y tras la protección de los cascos sus muecas
nos indican que les acompañemos.
-Vamos chicos-susurra Peeta
suavemente
Apretando sus frágiles dedos entre mis manos y mientras
todo mi mundo gira descontrolado a mi alrededor , cruzamos el umbral de la
puerta y recorremos varios corredores oscuros, apenas iluminados por el débil fulgor de unas barras fluorescentes,
encostradas en el techo. Finalmente, los agentes cruzan las armas
simultáneamente, bloqueando el paso.
-Ya hemos llegado- una voz ronca
y carente de vida surge del recio casco.
Estamos erguidos frente a unas
gruesas compuertas de titanio que se alzan imponentes sobre la pared.
Lentamente las hojas de la puerta se separan y un potente chorro de luz se
proyecta en el suelo conforme la abertura adquiere grosor.
Tras las amplias compuertas del
aerodeslizador se extiende un sinfín de
altos edificios cuyos ventanales relucen bajo el sol como un inmenso mar
de cristal. La intensa luz de un sol, que brilla de manera inusual en el cielo
eléctrico, me ciega y obliga a retroceder. Hasta el sol parece modificado en
este lugar.
-Bienvenidos al excelentísimo
Capitolio- la voz de Peeta surge irónica tras de mí.
Hacía 20 años que no pisaba esta tierra y no tenía
conocimiento alguno de las innumerables mejoras que el tiempo y miles de manos
habían conseguido hacer sobre las ruinosas rocas de la ciudad devastada. Ahora
el Capitolio luce, con arrogancia, su extraña belleza ante los ojos del mundo.
-Por aquí.
El agente inclina el arma
señalando la rampa metálica que se había desplegado silenciosamente bajo
nuestros pies.
Empujados por los guardias que
aguardan nuestra llegada junto al aerodeslizador ,cruzamos la amplia pista de
aterrizaje, situada en la altitud de un edificio y nos sumergimos en un
laberinto de puertas e interminables pasillos, que serpentean en el entrañas de
la construcción. Escoltados, y con el corazón encogido en el pecho alcanzamos una
enorme estancia iluminada por potentes focos de colores. El centro de la sala
está ocupado por un amplio escenario que sostiene firme un mostrador de madera.
Tras él, un conjunto de pintorescas siluetas, enfundadas en disparatados
trajes, nos observan, erguidos sobre altos sillones que ensombrecen sus rostros.
A ambos lados de la sala se arremolina
diferentes grupos de personas, que nerviosos aguardan, al igual que
nosotros, el propósito de la visita. Entre la multitud logro identificar muchos rostros, crispados y envejecidos por
el paso del tiempo. Todos ellos antiguos tributos que resultaron vencedores de
los Juegos y que ahora desesperados tratan de ocultar, tras ellos, a los miembros
más jóvenes de su familia… Entiendo ese estúpido amago de protección, conozco
ese sentimiento de culpabilidad….
Entre el mar de caras asustadas,
sobresale, ya sea por su fortaleza o vitalidad, un robusto joven rubio de
profundos ojos azules que, con delicadeza, sostiene por el brazo a una mujer
menuda, de largos cabellos ondulados que se derraman salvajes por la espalda.
El exultante verdor que reflejan sus ojos solo puede pertenecer a una persona…
Annie… La bella y loca Annie…
El potente sonido de una voz,
proyectada en los altavoces, interrumpe cualquier sentimiento de reencuentro.
Ahora toda mi atención se enfoca en torno a los grades portones de madera que,
solemnemente, se abren tras el amplio mostrador.
Demos la bienvenida al
excelentísimo vigilante de estos septuagésimo sextos juegos del hambre…
Arropado por el aplauso de sus compañeros, el
nuevo vigilante aparece bajo el chorro de luz blanca. Su rostro ha cambiado
notablemente, sus facciones, quirúrgicamente modificadas se muestran afiladas
tras las capas de maquillaje, y su firme cuerpo, apretado dentro de un traje
oscuro…Pero aún así es inconfundible…
Gale…
ga ga gale me muero
ResponderEliminarHIJO DE...
ResponderEliminarno, no puede ser me estas jodiendo! seguro que solo va a ayudar para que el nuevo capitolio vuelva a caer, o tal vez no, pero bueno de todas formas siento como si me fuera a dar un paro. estas logrando que odie a Gale... me encanta como escribes, me quede con toda la intriga y con los ganas de putear a alguien...
un besote grande, Lucia
Sorprendida? Casi me da un ataque! Me habría esperado que fuera Haymitch, pero Gale... Estoy deseosa de saber cómo va a actuar y qué le dirá a Catnip. Más le vale tener un buen motivo...
ResponderEliminarMe ha encantado Natalia. Tú y Lola estáis haciendo un trabajo magnífico. Un beso
oh dios mio! ¿GALE? Nuestro amado GAle? Imposible...
ResponderEliminarBueno q sepais q acabo d descubrir vuestro blog, y casi me da algo al descubrir q esto es cm el cuarto libro q e estado esperando a q collins me hiciera jejje Me encanta seguid lo adoro
Besos (L)
Hola! Adoro tu historia tía en serio, pero con Gale me has dejado o_O
ResponderEliminarjajaj sigue así!
He empezado a escribir una historia http://ariamorrison.blogspot.com.es/
si te apetece pasarte... :P No tiene nada que ver con LJDH pero espero que te guste! Un besito
muchas gracias por leer y comentar los capitulos porque me interesa mucho vuestra opinion, y no dudes que me pasare por tu blog Tania :) muchos bss a todos
ResponderEliminarsorprendidos sorprendidos eh? jajaja yo cuando lo leí me quede :O eing? jajaja ahora empieza lo bueno :)
ResponderEliminarGracias Natalia! Por cierto, ya te he afiliado :)
ResponderEliminarMe afilias? ^^
Ya estas afiliada Tania :)
EliminarMe encanto el capítulo. Escriben muy bien sigan haci... Att jennifer!
ResponderEliminarmuchasimass gracias :)
ResponderEliminarEspera...Gale? GALE?!! No puede ser, esto no me lo esperaba para nada!!!!!!!! No fue siempre un rebelde?! Y ahora... ahora... arghhhh será asqueroso!! Espero que les ayude, si no juro que le mato!!
ResponderEliminarEl capítulo GENIAL!
Un beso!!!
muchisimas graciass por comentar siempre¡ así da gusto escribir .)
ResponderEliminarC-como que G-Gale es imposible...
ResponderEliminarpor cierto me encanta tu historia
GALE GALE GALE...aber me habria esperado cualquier cosa como el hijo de seneca o beetee o sae pero...gale?? y encima se ha operado INCREIBLE!!ME HE PUESTO A DAR SALTOS POR MI CASA Y MIRA QUE ES GRANDE
ResponderEliminarme encanta tu blog tendrias que hacer un libro o algo parecido de verdad que me encantas tu y tu blog B-)